miércoles, 2 de mayo de 2012

   Hace no mucho tiempo, en un pueblo no muy lejano, a su correspondiente cura, le diagnosticaron una alergia a las flores, pero de tal gravedad, que si las olia le daba un infarto. No mucho tiempo después, un hombre, ya bastante mayor falleció. El cura, se negó a hacerle su funeral, por la razón de que habría flores, su hija, insistiendo, consiguió que el cura accediese, pero le hizo prometer a la hija que en el funeral no pondría flores, ella acepto la promesa...
   Llegado el día del funeral, todos a punto en la iglesia, esperaban el cura, y al entrar, vio todo lleno de flores y le dio un infarto... Cuando ya se despertó en la clínica, estaba junto a el la hija del fallecido, y todo indignado le dijo a la mujer : - ¿ Por que lo llenaste todo de flores ? - A lo que la mujer respondió : - Padre eran de plástico...

   Esta historia, puede demostrar que, nuestro cerebro, nos hace alguna mas que otra traición.